Cuáles son las diferencias entre los errores temporales y los permanentes?

Publicado el 18 de marzo de 2015


Así como las listas de contacto actualizadas, las métricas ayudan a formar la base de cualquier email. Sin contar que estos dos elementos también son los responsables de guiarte a los resultados que tendrás con tus acciones, indicándote qué se está llevando a cabo de manera correcta y qué debería mejorarse.


Una de esas métricas, la capacidad de entrega de las campañas de email marketing, llamada tasa de entrega, es una de las principales preocupaciones de las empresas y de los profesionales que actúan en el área. Una de las mejores formas de evaluar el alcance de tus mensajes es a través de los reportes de errores de emailmanager, que verifica los mails que no fueron entregados y desarrolla las posibles causas por las que pudo haber pasado.

Qué representan los rebotes para el mail


Hay dos tipos de errores que pueden reportar de los servidores después del envío de una campaña que no alcanzó su destino final. Ambos son conocidos con el nombre de “rebote”. En pocas palabras el término hace referencia al retorno de los proveedores a las direcciones de mail que presentan errores, comprometiendo la entrega de tus mensajes.

Ahora que ya estás familiarizado con la expresión, te voy a detallar ambos tipos: errores temporales y errores permanentes.

Errores temporales (Soft Bounces)


Como el propio nombre lo indica, los errores temporales son detectados cuando un mail está temporalmente no disponible. Las razones para que esto pase pueden ser:

  • Bandeja de entrada: cuando el inbox del destinatario está lleno, el mail retorna con mensaje de error;
  • Servidor apagado: cuando el servidor de destino está fuera del aire en el momento del envío, el mail no va a ser entregado;
  • Exceso de mails: cuando se realizan muchos envíos para un determinado dominio con el mismo IP, mail o remitente.
  • Protección antispam: cuando el mensaje es bloqueado como Spam por algún antivirus.

Este tipo de error también puede ser ocasionado por fallas temporales de acceso o de conexión, por nombrar algunas de las causas más comunes. Si te das cuenta del error, no te preocupes: en una nueva tentativa de entrega el mail va a llegar a destino. Por último, si tus contactos son opt-in, ellos pueden estar pasando por un período de inactividad.

Errores permanentes (Hard Bounces)


Los errores permanentes indican cuando el servidor del destinatario devuelve el mail al servidor de envío. Eso, generalmente se aplica cuando el mail de uno o más destinatarios no están más activos y, por lo tanto, no puede recibir más mensajes. Es muy común cuando, por ejemplo, usas tu mail corporativo como contacto y, más tarde, dejas de trabajar para la empresa en cuestión. Otras razones pueden ser:

  • Email inválido: cuando la dirección de mail de uno o más destinatarios es inexistente, fue cancelado o es falso;
  • Bandeja de entrada: cuando el servidor no localiza el inbox del destinatario, que puede no existir más;
  • Error de sintaxis: cuando el proveedor de dominio de mail encuentra caracteres no permitidos o espacios en blanco, lo que indica un error en la digitación;
  • Devuelto: cuando el servidor recibe el mail, contabilizado como entregado, pero que, en un envío posterior, no encuentra la bandeja de entrada y lo devuelve.

Este tipo de error merece un poco más de atención y cuidado. Es lo más perjudicial para tu tasa de entrega: una vez que tenes una devolución inmediata del proveedor y pasa a ser considerado inactivo luego del primer intento. La solución inmediata es remover al contacto, porque al permanecer en tu lista, todos los otros contactos, inclusive quienes interactúan, tendrán su entrega afectada.

Reducí el impacto de los errores en el resultado final

En base en lo que mostramos hasta acá, ya pudiste haber percibido que estos errores pueden ser superados. Todo depende de vos y de cómo tus campañas de email marketing son conducidas. Las buenas prácticas van mucho más allá de hacer una campaña linda o de dar el ejemplo; utilizándolas los van a ayudar considerablemente a alcanzar los resultados.

Más allá de eso, usá las métricas como aliadas a la hora de repensar las estrategias. Fijate en estos cuatro consejos para comenzar a cambiar este escenario de errores temporales y/o permanentes:

1. Conocé tu base de contactos;

2. Hacé una higienización periódica de las direcciones de mail, revisando errores de ortografía, contactos inválidos y el nivel de interacción de los usuarios;

3. Acompañá las estadísticas de los reportes de errores;

4. Evaluá el origen de cada problema para encontrar la solución;

De esta forma, siguiendo los consejos y removiendo los errores permanentes de tu base, la imagen y la reputación de tu empresa estarán a salvo. Lo mismo vale para tus contactos, ya que los realmente enganchados van a seguir interactuando con vos, sin que la entrega de tus campañas deje de llegar a las bandejas de entrada de quienes quiera recibirlas.


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