Buenas prácticas de Email Marketing: sutileza en el soft opt-in

Publicado el 29 de febrero de 2012

Dentro de las buenas prácticas del email marketing hay muchas conductas consideradas apropiadas o inapropiadas. Una de las zonas nebulosas está en el concepto de soft “opt-in” que presupone una relación comercial previa, pero que no es estrictamente hablando una ocasión de “opt-in”.
Un buen ejemplo es el siguiente: en convenciones y eventos es una práctica común el intercambio de tarjetas de visita. Eso claramente establece una relación entre las partes, pero ¿se puede presumir que hay un permiso para el envío del email marketing también?


De acuerdo con el CAPEN (Código de Autorregulación para la práctica del Email Marketing), eso es permitido. En el Capítulo II del Código, se definen:  

  •     Base de destinatarios: como lista de nombres con los cuales tiene relación.
  •     “Opt-in”: como permiso concedido por esos destinatarios.
  •     “Soft opt-in”: como envío de mensajes sin “Opt-in”, sin embargo siempre a partir de la previa comprobación de la relación comercial entre el destinatario y el remitente.

El cambio de tarjetas establece una relación comercial o social comprobada entre el remitente y el destinatario, configurando así el caso de “soft opt-in”. Aún de acuerdo con el CAPEN, el email marketing correcto es el enviado a las bases de destinatarios que sean opt-in o soft otp-in. Es decir, técnicamente hablando, el envío de email marketing para personas que intercambiaron tarjetas de visita está dentro de la conducta ética esperada.
La gran cuestión es, sin embargo, si aún siendo técnicamente permitido sería una buena idea realizar envíos para esos contactos. Sí, técnicamente es aceptable añadir emails provenientes de tarjetas de visita intercambiados, pero ¿sería de hecho algo benéfico para su política de email marketing?


Aquí entramos en el tema de las buenas prácticas del email marketing y es aquí donde hay que tener en cuenta el sentido común más que la regla. Sólo porque algo se permita no quiere decir que deba hacerse y en este caso la buena reputación de su empresa y los resultados de su estrategia de email marketing están en juego.
La sugerencia es que si pretende agregar los emails de las personas con las cuales intercambia tarjetas de visita o se relaciona profesionalmente, deje eso bien claro a la hora del primer contacto. Es una solución simple que puede evitar muchas interacciones negativas y bajas en el futuro.