Ho ho ho! Los preparativos ya están a toda máquina. La decoración navideña ya invadió las casas y los shoppings. Las luces, monocromáticas o de colores, ya iluminan las calles. Los primeros regalos comienzan a aparecer debajo del árbol. Mientras que el espíritu navideño empieza a contagiar a las familias, el mercado se llena de expectativas.

Esta época es muy especial para estimular el consumo. Según una investigación realizada en 2013 por Bazaarvoice, compañía que ofrece soluciones de e-commerce, 8 de cada 10 consumidores buscan ideas de regalos para Navidad antes de realizar cualquier compra.

Cada año, las festividades representan una gran oportunidad de ventas. ¿A quién no le gusta dar y recibir regalos de Navidad? Todos están más predispuestos a recibir ofertas y promociones que encajen, más o menos, dentro de su presupuesto. Acá entra la función del email marketing: para conectar marcas a quienes están dispuestos a gastar o, simplemente, levantar la bandera de su empresa.

Planeá tus acciones con anticipación.

Antes de empezar con la acción propiamente dicha, es necesario que traces un plan. Pensá en la estrategia de marketing que tu empresa va a implementar durante la Navidad. Empezá analizando las acciones realizadas el año pasado, cuáles funcionaron y cuáles no generaron retorno, el feedback de los propios clientes, y cómo accionaron tus competidores.

Planeá también la frecuencia de los envíos. No seas insistente ni apelativo. Tenes que ser conciso y conveniente. Testeá el envío de mails en diferentes días y horarios, inclusive los fines de semana. Encontrá la medida correcta al analizar los resultados de los reportes.

Prepará campañas personalizadas.

Definí bien a tu público objetivo y dividilos en grupos de acuerdo a lo que están buscando, utilizando toda la información que tenés sobre ellos. Evaluá, a través de las métricas, el tipo de contenido que vas a enviar a cada segmento de tu lista.

Después del primer envío, acompañá la interacción con la campaña y creá nuevas segmentaciones, ofreciendo opciones adaptadas al gusto de todos los destinatarios, pero de forma individual. Generá ofertas exclusivas, promociones y descuentos. Aprovechá el interés en un producto específico e incentivá el cross-selling (venta cruzada). Promové una liquidación relámpago o sugerí regalos.

Usá un diseño con temática navideña.

Creá una campaña de email marketing poniendo el foco en el impacto visual. El diseño agrega valor al producto y será un atractivo para quien busca el regalo ideal. Ofrecé un layout temático y customizado, especialmente preparado para Navidad. Creá una identidad visual para marcar la memoria de tus consumidores.

Utilizá una fuente más trabajada, como escrita a mano. Elegí colores cálidos y que remitan a la festividad. Apostá a un lenguaje acogedor, que transmita un sentimiento de confianza. Cerciorate de que el contenido se integre a las imágenes y que el diseño sea responsivo, o sea, compatible con los dispositivos móviles.

Envolvé a tus clientes con el clima navideño. Estilizá los botones, invertí en diseño y escribí textos creativos, con una pizca de humor o contá una historia. Añadí un link para un video, un GIF animado, en fin, cualquier elemento que genere valor al contenido y transforme el mail en un mensaje único.

Mostrá tu diferencial.

Tenes que estar atento a las acciones de tus competidores y crear un diferencial competitivo para colocar en tu campaña de email marketing. Observá lo que está hecho, y analizá cómo podría ser realizado de una forma mejor. Buscá referencias. Consultá consejos de especialistas. Poné en evidencia el diferencial de tu empresa y mostrá por qué tu marca es la mejor opción.

Proporcioná información clara sobre el envío, plazos de entrega y opciones de pago. Contá cómo funciona la política de devolución y el tiempo asignado para hacerlo al terminar las fiestas. Enviá sugerencias de compra a última hora. Creá guías de regalos y recomendaciones. Reuní opiniones de clientes para ayudar en la decisión de la compra.

Aprovechá el momento para fidelizar.

¿Qué te parece crear una especie de ‘timeline’, recordando la relación de tu marca con aquel cliente? Mostrá lo que él compró a lo largo de los años y aprovechá para reunir nueva información sobre su comportamiento.