Consejos de Email Marketing: Navidad de última hora.

Publicado el 30 de diciembre de 2011

Una de las tradiciones navideñas más cultivadas antiguamente era la costumbre de enviar tarjetas de Navidad para familiares y personas queridas. Quien recibía esas tarjetas, por su parte buscaba ponerlas en lugares destacados como la estantería.  Actualmente puede ser considerado una costumbre en desuso ya que hoy día las personas recurren más a los medios digitales, como email marketing y redes sociales para compartir ese tipo de cosas.


No es sorpresa por lo tanto, que el email marketing sea muy utilizado en esta época para recordar a todos los de su lista, lo importante que son ellos para usted. Lo que usted debe tener en mente ahora es que su contacto probablemente ya estará con la estantería, hablando metafóricamente, llena de tarjetas a estas alturas.  


Para quien esté preparando su campaña especial, estas son algunas ideas de última hora:

  •     Evite clichés: intente evitar textos largos y frases batidas.
  •     A veces un simple mensaje de “Le deseamos una Feliz Navidad” es el mejor camino para huir de la cursilería rutinaria de las tarjetas de Navidad.
  •     Llame al contacto por su nombre: esta idea vale para todas sus campañas, pero lo repetimos aquí para darle un poco más de énfasis.  Finalmente ¿Qué tipo de mensaje de Navidad comenzaría con un “Querido cliente”?.
  •     Ofrezca cosas: la Navidad está al fin y al cabo enfocada en regalos.
  •    Intente innovar: nada como una buena innovación para llamar la atención, puede ser en el layout, en la propuesta o en el concepto (tiene algunas sugerencias en el post “Email Marketing en Navidad diferente a todo lo que usted ha visto hasta ahora”).
  •     ¿Sin ideas para el layout? Nada de usar esto como excusa (vea el post “Nuevas plantillas de Navidad y Año Nuevo disponibles”.  

De cualquier forma sea innovando o siguiendo métodos tradicionales, no deje de enviar su campaña especial, aunque sea a última hora. Es mejor ser una tarjeta más en la estantería que no estar ahí, ¿no cree?