Ultimamente mucho se ha hablado sobre el fenómeno de bullying en los colegios, algo que desgraciadamente en casos puntuales ha formado parte de la realidad española. El término es ingles y se utiliza para describir actos de violencia física o psicológica practicados por un individuo, o bully, de manera intencional y repetida con el objetivo de agredir o intimidar a otro individuo o grupo incapaces de defenderse. En el contexto del email marketing existe un nombre para eso: spammers.

¿Será que los bullies tienden a convertirse en spammers? Es sólo una conjetura, pero en cierto sentido parece ser así. El envío de email marketing no autorizado es una forma de agresión y demuestra una total falta de respeto al destinatarios que, a su vez, es incapaz de defenderse de manera apropiada.

Ante esta situación, debe hacer lo mismo que cualquier persona que se enfrenta a un caso de bullying: diga NO. Exija sus derechos, denuncie, rechace esta práctica. Ayúdenos a condenar esta práctica que ensucia el nombre del email marketing. Tal vez algún día podamos convivir tanto digitalmente como en persona sin la presencia constante del bullying, el acoso, abuso, persecución, vergüenza y similares.